Contador sufre en Alpe d'Huez, donde gana el francés Riblon y Quintana escala al podio

Chris Froome tira del grupo de los favoritos seguido inmediatamente por Nairo Quintana, Alberto Contador y Alejandro Valverde durante la decimooctava etapa del Tour de Francia 2013.

El Tour de Francia llegó, decimoctava etapa mediante, a la cima de Alpe d'Huez y en la cumbre de la mediática estación invernal alpina se estrenó el ciclismo galo en esta edición gracias a Christophe Riblon (AG2R); pero también, y sobre todo, se apretó la lucha por el podio gracias a la apuesta ofensiva de Nairo Quintana (Movistar). Chris Froome sigue siendo el jersey amarillo después de afianzar su liderato con un par de ataques, realmente acelerones, que seleccionaron el grupo de los favoritos y alejaron a un Alberto Contador que sufrió mucho en la subida final, aunque logró aguantar su segunda plaza en la general; pero Froome, lo nunca visto, también padeció lo suyo a cinco kilómetros de la llegada. Es más líder en términos de tiempo. Pero aferrado a la estela de Richie Porte, de su gregario necesitó hasta un gel reconstituyente que le supuso 20 segundos de castigo por avituallamiento indebido. El suyo fue un desfallecimiento ofensivo.

Froome volvió a querer imponer su ley en el segundo y definitivo paso por el Alpe d'Huez. Dos cambios de ritmo que rompieron un grupo de ilustres con muchos rictus de padecimiento. Solo Nairo Quintana (algo más que el mejor joven del Tour) lograría darle alcance a la primera. Poco después llegarían, aunque no juntos, Joaquim Purito Rodríguez (Katusha) y Richie Porte (Sky). Al Alpe todavía le quedaban más de siete kilómetro. Pero a cinco de la meta Froome parecía reclamar la presencia del coche del equipo. Una pequeña crisis durante la que Quintana y Purito se marcharon, mientras Porte escoltaba fielmente a su líder y le avituallaba con un gel energético. La primera crisis conocida de Froome en la presente ronda gala, un bajón mínimo que llegó con margen sobre Alberto Contador. Porque el de Pinto, tras una extraño movimiento en el descenso del Col de Sarenne acompañado por su compañero Roman Kreuziger, fue de los primeros en no poder echarle mano a la estela de Froome. Sin frescura, sin agilidad.

Quintana perseveró en su ataque, una apuesta clara por el podio en París en la medida que la etapa estaba imposible. Algo más de dos minutos antes había llegado a meta el francés Riblon. El escalador del AG2R, quien ya ganó un final en alto del Tour en 2010 (Ax-3-Domaine), dio una lección de constancia en la ascensión a Alpe d'Huez para alcanzar, rebasar y distanciar en un instante al estadounidense Tejay van Garderen. Una de las apuestas del BMC para la general, sin opciones para la misma desde bien temprano, se coló en la fuga del día y atacó en el arranque de la ascensión final. Pero Riblon, que en el descenso anterior dio un susto a todos con una salida de carretera que quedó en nada, ascendió a ritmo y le dio caza. El tercero, Moreno Moser, un italiano del Cannondale con más de velocista que escalador, fue el otro superviviente de la fuga.

Quintana distanció en algo más de un minuto a Richie Porte y Chris Froome, convirtiéndose en el primer gran favorito que le recupera tiempo con solvencia al británico nacido en Kenia con el asfalto cuesta arriba. Y en dos minutos, y un poco más a un Alberto Contador que logró retener la segunda plaza del podio por 21 segundos de margen sobre el colombiano. Demasiada poca renta ante la inminencia, este viernes con una jornada que invita a los ataques lejanos y este sábado con el último final en alto, de dos nuevas jornadas de montaña alpina. Y con Purito, de rendimiento creciente en esta tercera semana, también metido en esa pelea.

No fue la mejor jornada táctica para el Saxo-Tinkoff de Contador, ilusionante en el inicio de la etapa con un alto ritmo que enloqueció a un Froome cegado y cebado en no permitir aventuras; pero tibio en la formación de la escapada y tardío con el lanzamiento tardío del portugués Sergio Paulinho y Nicolas Roche, que pedalearon juntos entre la cabeza de carrera y el grupo de los ilustres durante una buena ración de kilómetros.